lunes, 11 de noviembre de 2024

El pasado...

 


A veces, por más que lo intentas, no puedes evitar voltear hacia atrás. La vida, con su curso impredecible y sus giros sorpresivos, tarde o temprano te recuerda que eres la suma de todas las decisiones que tomaste, de las palabras que dijiste, de los momentos que viviste. Te recuerda que eres el reflejo de lo que hiciste y de lo que te hicieron en el pasado, incluso si ya has cambiado o intentas dejar esas huellas atrás. El tiempo no borra por completo lo que ha sido, ni las cicatrices emocionales, ni los errores cometidos, ni las victorias que una vez te definieron.

El pasado, de alguna manera, siempre te persigue, como una sombra que se niega a desvanecerse, aunque ya no quieras mirar hacia atrás. Quizás lo intentes, buscando avanzar sin arrastrar esos recuerdos, pero la vida tiene una forma de traerlos de vuelta en momentos inesperados: en una canción, una conversación, una imagen fugaz o una simple sensación. Te enfrenta nuevamente a lo que ya no eres, pero que, de alguna forma, sigue siendo parte de ti.

Y, aunque quieras dejar atrás ciertas partes de tu historia, la realidad es que esas experiencias, tanto las buenas como las malas, te han formado. Ellas te han enseñado lecciones que ahora llevas contigo, aunque a veces te cueste aceptarlo. La lucha está en saber cómo vivir con esos recuerdos, en cómo aprender a integrarlos sin dejar que definan por completo quién eres ahora. Porque, al final, lo que hiciste y lo que te hicieron, ya sea de forma dolorosa o liberadora, se convierte en una parte de tu viaje. Y, aunque puedas mirar hacia adelante, es imposible olvidar que el pasado siempre te acompañará, recordándote que, en última instancia, eres un ser que evoluciona, pero nunca olvida.

Emma ⭐️

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