lunes, 11 de noviembre de 2024

Ser la chica buena no sirve.

 


                

Y como esto de ser la novia modelo y la niña buena jamás ha funcionado, es importante entender que muchas veces las mujeres, al tratar de cumplir con todas las expectativas de los demás, terminan perdiendo su propio bienestar y sus deseos en el proceso. Este comportamiento puede estar profundamente relacionado con el síndrome de la "niña buena", un patrón de pensamiento y conducta donde las mujeres intentan ser perfectas, complacientes y sumisas, esperando que su bondad sea recompensada con amor, atención y respeto.

El síndrome de la niña buena surge cuando las mujeres aprenden desde pequeñas que deben ser agradables, no causar conflictos y priorizar las necesidades de los demás antes que las propias. Este tipo de crianza o expectativas sociales puede hacer que las mujeres sientan que deben cumplir con un rol idealizado para ser aceptadas o queridas. Sin embargo, en muchas ocasiones, esto se convierte en una trampa, ya que, en lugar de ser vistas como seres completos con sus propias pasiones y necesidades, son percibidas como personas que viven para los demás, sin autonomía ni voz propia.

El libro Por Qué Los Hombres Aman a Las Cabronas, de Sherry Argov, ofrece una perspectiva interesante sobre cómo las mujeres pueden liberarse de este molde. Argov sugiere que las mujeres que son demasiado complacientes, siempre dispuestas a ceder, tienden a ser percibidas como débiles o sin poder en las relaciones. A través de este enfoque, la autora anima a las mujeres a adoptar una actitud más asertiva, estableciendo límites claros y aprendiendo a decir no cuando es necesario. Lejos de ser un acto de egoísmo, esta actitud representa el reconocimiento de que una relación sana y equilibrada requiere el respeto mutuo, y que es crucial mantener el amor propio para poder ofrecer un amor genuino a los demás.

El punto central de Por Qué Los Hombres Aman a Las Cabronas es que, al ser demasiado "buenas", las mujeres a menudo caen en relaciones donde los hombres no las valoran de manera adecuada. En cambio, aquellas que se muestran seguras, independientes y que no temen poner sus propias necesidades al frente, suelen generar una mayor atracción y respeto en sus parejas. Esta "cabrona" no es alguien que actúa con maldad o egoísmo, sino una persona que sabe lo que quiere, se respeta y no teme mantener su independencia dentro de la relación.

Así que, en lugar de ser la niña buena que siempre complace a todos, es importante aprender a ser auténtica, a establecer límites y a ser consciente de que el amor propio es la base de cualquier relación sana.


Emma ⭐️

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