Sí, considero que la gente que ha sido criada con los mejores y más grandes valores, en un entorno familiar sólido, amoroso y estable, no debería, bajo ninguna circunstancia, ni siquiera conocer a personas cuyo único propósito en la vida es vivir en constante conflicto, envenenando su entorno con negatividad. Mucho menos, deberían involucrarse o intentar formar una familia entre estos dos mundos tan opuestos. Es inevitable que, tarde o temprano, el mal termine arrastrando al bien, porque la oscuridad tiene una fuerza mucho más poderosa para corromper que la luz para iluminar. El caos, la violencia y la destrucción son mucho más fáciles de sembrar y expandir que la paz, la armonía y el amor genuino.
Una persona con principios sólidos y un corazón limpio corre el riesgo de perder su esencia si se ve rodeada por aquellos que solo buscan conflictos y destruir lo que han logrado. Por eso, creo que estas personas deben rodearse de quienes comparten sus mismos valores, de quienes buscan construir, mejorar y elevar el espíritu humano, no de aquellos que, en su ignorancia o maldad, solo buscan arrastrar a los demás a su propio abismo. En el final, la armonía y el respeto mutuo son los pilares fundamentales para una convivencia plena. Es esencial que los individuos que provienen de un entorno saludable y positivo se mantengan en su camino, lejos de la influencia destructiva que puede empañar su paz interior.
Emma ⭐️
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